Hoy os queremos hablar sobre un trabajo reciente realizado en la ciudad. Se trata de un apeo de chopo en el Palacio de Larrinaga, en Zaragoza.
En este caso el árbol se encontraba descalzado, inclinado y apoyado sobre la fachada, en la base del fuste se podía apreciar pudrición y hongos. También había numerosas dianas en la zona de trabajo (carpa, barandillas, etc.).
Por seguridad, nos decantamos a realizar el trabajo con un elevador de reducidas dimensiones, ya que no era seguro subir al árbol mediante trepa y la zona de acceso presentaba zonas estrechas y de poca altura.
Según pudimos apreciar y después de hablar con la persona encargada de la finca, estos daños los desencadenaron unas obras que se realizaron hace unos años para construir un bordillo, en las que se cortaron raíces de considerable diámetro, lo cual ha repercutido en la aparición de hongos, pudriciones y el deterioro estructural del árbol.